Es tiempo de cosecha.
Trabajando casi 24h. al día, como si de afanosas hormigas obreras se tratase, los campos de Alberta se encuentran plagados de enormes máquinas cosechadoras de todos los tamaños y colores.
Significativo es el dato de que entramos hoy oficialmente en otoño, ya que a pesar de que las temperaturas máximas han andado rondando los 30ºC en el sur de Alberta, unos inesperados 0ºC se registraron en la noche del domingo como bienvenida a la nueva estación.
Nosotros dejamos ayer Portland, en Oregón, con destino Toronto. Así que cruzaremos toda Canadá, y si hay suerte disfrutaremos del espectáculo de color que puede que ofrezcan ya los bosques del norte de Ontario.
¡Un abrazo grande y buena cosecha (de lo que sea) para tod@s!
4 comentarios:
Me encanta la foto del Massey en blanco y negro :)
¿Se llevan también carreras de cosechadoras? En Francia son bastante populares.
En Alemania, la fiesta de la cosecha, una fiesta religiosa, se celebra el primer domingo de octubre.
Pero de momento, están los alemanes muy ocupados con la Oktoberfest, sobre todo en el sur, como es de prever ;)
Prost, Javi!
Parece Palencia en verano con ese color. la luz de las fotos del otro post se salen. Te noto muy rural ultimamente..
Un abrazo
Geniales, las fotos. Especialmente la última con la coseñadora de fondo. No tiene que ser nada fácil encontrar un sitio donde aparcar tu "truck" y que, a la vez, te permita hacer estas fotos. Si dices que las haces en marcha ¡Me has matao...¡¡¡¡
Gabacha, me has dejado a cuadros, ¿Massey?, ¡te veo muy puesta en el tema!.
Por aquí no he visto que se organicen carreras, aunque no me extrañaría nada, lo miraré...
Oktoberfest... calla, calla, ¡que se me saltan las lágrimas!.
Prost!!!
¡Gracias, Marco!, ¿rural?, sí ya te dije que más o menos, pero... en unos días las fotos se van a volver muy urbanas, jejeje
¡Un abrazín!
¡Gracias, Jose Antonio!.
Razón llevas. Pero siempre hay algún arcén algo más ancho, o una salida por ahí.
Solemos tirar fotos en marcha, pero éstas precisamente las hice parado, entre su moviemiento y el mío, no había manera de cazarlas.
¡Un saludo!
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