jueves, 28 de agosto de 2008

The post with no name

No sé muy bien por donde empezar... han pasado casi dos meses desde el último post y como la mayoría ya sabéis, todo ha cambiado bastante en éste tiempo.

Ahora mismo escribo de nuevo desde España, y de momento de manera definitiva, al menos en lo que se refiere a volver a América, ya que hay planes para un posible traslado a Alemania en unos meses, pero eso aún está por ver.

Motivos del retorno:

Digamos que no ha sido algo lo suficientemente trascendente como para motivar la vuelta por un sólo motivo, sino más bien un cúmulo de ellos.

No estábamos mal, y creo que podíamos haber continuado con nuestra vida tal y como era durante algunos años, pero la idea de continuar allí de la misma forma, junto con algunas adversidades económicas, pintaban nuestro futuro próximo de un color bastante oscuro.

Intentaré resumir. En cuanto a lo económico, la subida del precio del carburante hizo bajar el importe que cobrábamos por cargar y descargar,etc... el pasado año, y no se volvió a recuperar. Ésto unido a un incremento de los precios a todos los niveles (la gasolina ha subido en Canadá más de un 35% en el último año), nos dejaba con lo justo para vivir y pagar las facturas, que no era precisamente el plan inicial, cuando para hacer el traslado nos supuso una inversión, digamos que... generosa.

Tampoco debería ser un gran problema, si sobreviviendo allí te encuentras justo en el sitio en el que deseas estar, con todos tus sueños realizados, blablabla... pero sinceramente, el hecho de haber viajado todos éstos meses por los E.E.U.U. y Canadá, me ha servido para conocerme mejor, y sorprenderme en muchos aspectos.

Otro de los motivos era la imposibilidad de conseguir la residencia permanente gracias a mi trabajo, como sucede en otras provincias, pero Ontario no ofrece esa posibilidad, así que me suponía continuar como trabajador temporal sin tener claro o no si me acabaría pudiendo quedar allí o no.

Hecho de menos muchas cosas de allí, la gente tan educada, la limpieza general(en Canadá), algunos viajes... pero por ejemplo no pude con el tema gastronómico.
Eso de que en un "italiano" te sirvan sandwiches, y las pizzas, en fin, no muy italianas que digamos, y que no faltase en la carta un par de hamburguesas ó sushi, ¿?.
Una semana vale, dos ok, pero al de unos meses, os garantizo que si tenéis que vivir "on the road" sin posibilidad de cocinar en casita, eso era para echarse a llorar.

Así que entre lo ajustado del presupuesto semanal (haciendo milagros), junto con un modus vivendi que no terminaba de convencernos, empezamos a madurar la idea del regreso.
El hecho de que el euro costase 1.60 dólares canadienses, tampoco ayudó, teniendo en cuenta que yo todavía tenía algunos lastres en España.

Luego las posibilidades de permanencia allí, más allá de los dos años del permiso de trabajo se iban esfumando como las millas que hacíamos cada semana, y el tener que volver 4 ó 6 meses de manera temporal a España, era absolutamente inviable, cuando casi no podíamos juntar dinero ni para los billetes de avión.

Ante éste panorama la pregunta es: ¿es que no pagan bien allí?.

Si consideramos que pagas impuestos entre un 24 y un 40% semanal(si,amigos!), y que nos quedaban unos 700 dólares limpios, sin opciones a comer en casa, ni perder tiempo cocinando ya que se entregaba y recogía las cargas diariamente, pues no sobraba dinero, la verdad.
Digamos que con eso, sin deudas en tu país de origen, y llevando un buen colchón de dinero, se puede estar bien, pero si para estar bien, me tengo que llevar un montón de pasta, entonces no lo veo un negocio muy claro.

Y en cuanto a lo personal... ¡quién me iba a decir a mí que iba a echar tanto de menos Alemania!.
Hemos visto sitios naturales impresionantes, New York es mucho New York, pero... ¿y el resto de pueblos y ciudades clónicos?. ¡Lo que me he acordado de Freiburg, Innsbruck, Chequia, Alsace, Bremen, Nürnberg...!

¡Maldigo al embrujo centroeuropeo que me cambió para siempre!

Jamás pensé que éstos años atrás cuando viajábamos y vivíamos por Europa, iban a sentar la base de mis preferencias, y a derrumbar mitos a martillazos.

¿Qué ancestral hechizo vaga por éstas calles y mora por siempre en todo aquél que las recorre?

No quiero empezar un debate entre lo bueno y lo malo de un lugar ó el otro, ni ponerme filosófico, pero sólo los que habéis paseado por esas calles empedradas oliendo a carbón, y os habéis detenido a observar un pequeño rincón al atardecer que no aparece en ninguna guía ó foto en flickr, pero que os hace sentir bienvenidos por un instante, como un deja vú proviniente de algún lugar espacio-temporal de hace 4 ó 5 siglos, me podéis entender.

Sensaciones a las que quizá no presté demasiada atención en su día, y que como una revelación aparecían entonces, incluso en sueños. Ya se sabe, nunca nos conformamos con lo que tenemos, además la nostalgia puede ser un astuto enemigo, pero en cualquier caso, aprecio más si cabe los pasados años recorriendo nuestro viejo continente.

Me estoy yendo un poco por las ramas, y también dedicaré un post a las cosas que hecho de menos de América, pero en conclusión, estamos de vuelta en España, con trabajo, con buenas perspectivas a medio plazo, y con una experiencia realmente increíble en nuestras espaldas, así que doy por bueno el capítulo americano, y os dejo con unas fotos de ayer (nuevo
look incluído) del cumpleaños de un buen amigo, Monxo, que además tocaba ese mismo día en un garito por aquí, con la correspondiente fiesta.
Reencuentro con viejos amigos, algo de whisky, rock, que más se puede pedir para una noche de agosto.



Y a partir de ahora (sin camiones americanos, "Sorry, buddy!"), prometo teneros más al día, que como ya os contaré, hay cosillas sobre las que postear...

Un saludo enorme a todos, perdón por la larga ausencia y gracias por los mails que me habéis enviado preguntando por cómo iba el asunto durante éste tiempo.