lunes, 9 de agosto de 2010

Get rhythm

El título de ésta entrada es un tema de Johnny Cash que me encanta, que viene a cuento por lo poco activo que tengo el blog últimamente, y por mi buen propósito de ir cogiendo ritmo y ponerlo al día.

low key self portrait

No es por no tener nada que contar, de hecho, puede que haya más cosas que contar que hace unos meses, pero escribir conlleva un proceso personal previo, y la mayoría de las cosas que pasan ahora mismo por mi cabeza están todavía colocándose en su estante correspondiente.
Casi todo son buenas noticias, cambios positivos, pero hay que situarlos primero, para darles salida después en su justo momento.

Sheffield paths

Junto con todo lo sucedido últimamente, se suma la visión como testigo principal de un accidente mortal a escasos metros de mis narices, siendo el primero en llegar al vehículo, y del que prefiero no dar demasiados detalles, pero que obviamente te deja tocado una temporada.

Lo que he sacado en claro de la situación, es que todos y cada uno de los que nos ponemos al volante deberíamos pasar un curso en condiciones de primeros auxilios, no una patraña de como hacer el boca a boca o apagar un fuego con un extintor, me refiero a uno en el que te expliquen como ayudar en caso de una colisión grave, porque no hay nada más jodido que no tener claro que hacer en un momento así, aparte de llamar a un teléfono de emergencia.
Poco se podía hacer, pero en caso de que así hubiese sido, no tengo muy claro que hubiese sabido tomar la iniciativa, y ésto hace que lleve un cabreo considerable conmigo mismo desde hace unos días.

Aparte, pues lo de siempre, que la vida es un regalo, que malgastamos demasiado tiempo en tonterías, y que cualquier día puede ser el último, y dejamos demasiadas cosas para mañana, especialmente las importantes, como esa conversación pendiente por vagueza con algún familiar o amigo, o esos pequeños sueños que dejamos para un futuro que sólo el soberbio ser humano es capaz de dar por garantizado.

En cuanto al día a día, me encuentro camino de Filadelfia y Nueva York, cruzando de nuevo EEUU y Canada de costa a costa, disfrutando de la comodidad de conducir en los largos y cálidos días del verano americano.

My new Steel Horse

¡Un abrazo enorme!