"Nueva postal de Matt el Viajero...", a veces me siento como aquel fraguel, ¿os acordáis?.
Al parecer éstos días alguna fuerza mística nos mantiene pegados a Las Rocosas...
En fín, paranoias mías aparte, salimos el lunes con aquel viaje a Moses Lake, en Washington, que ya comenté en el post anterior, y por fortuna, el camión se ha ido portando bastante bien, así que seguimos tocando madera.
Todo el viaje de vuelta desde Idaho, cruzando British columbia y el oeste de Alberta, es como un tour por la imagen mental que tenía sobre Canadá desde niño, con sus árboles, sus pueblos entre montañas, etc... una maravilla, la verdad.
En un principio, teníamos planeado cargar en Prescott, WA, volver a Calgary, dejar el trailer en a empresa, y como nuestra próxima carga no iba a estar lista hasta un par de días después, hacer allí "reset", que simplificando, no es más que el descanso reglamentario de treinta y seis horas, dentro de cada periodo de siete jornadas, una vez acumuladas setenta horas de trabajo.
Así que cuando estábamos dispuestos a salir hacia el Road King (¡qué lástima, Roger!), nos envían un mensaje diciendo que ya estaba lista la carga para Denver.
Total, que cargamos, nos bajamos hasta Denver, y como la entrega no es hasta el lunes, aprovecharemos los increíbles 12-14ºC que estamos disfrutando y dedicaremos el fin de semana a conocer la capital del estado de Colorado.
Haciendo un pequeño inciso y para ilustrar a mis compañeros europeos, ahí va un "briconsejo", en caso de que uno de los dientes del deslizador de ejes no tenga buen día. (Sufrido en mis propias carnes el martes pasado).
Me explico...
To my european partners:
If for any reason one of the pins on the axle slider doesn´t want to come inside, here there is a nice tip.
Pull the pin from inside down the frame of the trailer with a crow bar or a screwdriver ´til you see a little hole where you can hook a bungee on it. Tight the bungee strong enough, and this pin will be disable for all the time that you need to play back and forward with the trailer. (Next Pic)
Para los no iniciados:
Los ejes del trailer se pueden mover para cambiar la distribución del peso.
Para ello sólo tenemos que accionar la palanca situada en el lateral izquierdo del trailer...
...y así los cuatro dientes que aseguran el deslizador se retiran, permitiendo el movimiento de éste.
Obviamente el sistema no es perfecto, así que cuando uno de los dientes no quiere moverse, y no conseguimos nada a pesar de los "golpecitos" de rigor con un martillo, entonces se pueden accionar manualmante desde debajo del trailer hasta hacer aparecer un pequeño agujero en el que podemos introducir un gancho, inutilizando dicho "pin" el tiempo necesario.
Volviendo al hilo de lo acontecido ésta semana, marchamos para Colorado, con un tiempo fantástico (no puede llover a gusto de todos, Urban), y después de cruzar Montana y Wyoming haciéndole los coros a algunos de temas de John Denver que iban sonando en la radio, aquí estamos, a más de 1.600 m. de altitud, aprovechando la conexión a internet, e investigando un poco qué ir a ver por éstos lares.
Se aceptan recomendaciones...
Así que fotillos e impresiones sobre Denver en el próximo post.
¡Un abrazo enorme para tod@s!
sábado, 31 de enero de 2009
martes, 27 de enero de 2009
Little change...
Después del fin de semana, y de recoger la carga que iba para Wisconsin, el camión empezó a perder potencia, de manera similar a lo que hizo cuando tuvimos problemas con el combustible.
Tras unos minutos de incertidumbre volvió a comportarse normal, sin problemas, pero debido a que la carga para Wisconsin iba un poco justa de tiempo, mandaron a otro con ese trailer y me dieron una carga para Moses Lake, en el estado de Washington, que está relativamente cerca, por si volvía a fallar.
Así que cambio de ruta y de vistas, que se agradece.
Tenemos bastantes fotos, pero ya las pondré con calma el fin de semana.
¡A cuidarse!
Tras unos minutos de incertidumbre volvió a comportarse normal, sin problemas, pero debido a que la carga para Wisconsin iba un poco justa de tiempo, mandaron a otro con ese trailer y me dieron una carga para Moses Lake, en el estado de Washington, que está relativamente cerca, por si volvía a fallar.
Así que cambio de ruta y de vistas, que se agradece.
Tenemos bastantes fotos, pero ya las pondré con calma el fin de semana.
¡A cuidarse!
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sábado, 24 de enero de 2009
Spanish rules
Semana tranquila por el MidWest.
El tiempo ha acompañado más o menos, quitando algún que otro “blizzard” por Minnesota, pero nada del otro mundo.
La novedad de éste viaje ha sido que hemos estado acompañados. Desde que salimos el pasado sábado hasta el día de hoy, hemos formado un pequeño convoy latino (suena a recopilatorio de éxitos bailables para el verano) de dos camiones con Angel R. Ramazotti, mexicano de Nuevo Laredo, que curiosamente hizo conmigo el curso de orientación de la empresa, por lo que ya nos conocíamos previamente.
Como buen mexicano, tiene un sentido del humor genial, y nos ha explicado con detalle cómo es la vida por allá abajo, lejos de la nieve, de las temperaturas bajo cero que disfrutamos en el “White North”, y de los tópicos de inseguridad y desconfianza que muchos tratan de colgarle a su país.
Angel tiene años de experiencia conduciendo por todo Mexico y los EEUU, así que a sus 33 años tiene ya unas cuantas aventuras que contar.
En Nuevo Laredo tiene a su mujer y tres hijos, a los que espera traerse cuando las cosas estén más asentadas, y mientras tanto, las maravillas que ofrece la tecnología le mantienen en contacto con la familia.
Si junto lo que nos ha comentado con la impresión que tuve cuando anduve cerca de Tijuana, creo que Mexico tiene muchas cosas por las que merece la pena plantearse, cuando menos, una visita en profundidad.
Compartimos chistes de “gallegos”, comida, noches en ruta… así que ha sido un auténtico placer, Angel.
Wisconsin, "Granja lechera" de los EEUU, multitud de quesos, derivados lácteos, y alguna vaca loca como ésta...
Por lo demás, descansando un día y medio en Calgary, y salimos mañana para Butler, Wisconsin. Los viajes al cálido sur tendrán que esperar…
¡Un abrazo a tod@s, y muchas gracias por los comentarios!
El tiempo ha acompañado más o menos, quitando algún que otro “blizzard” por Minnesota, pero nada del otro mundo.
La novedad de éste viaje ha sido que hemos estado acompañados. Desde que salimos el pasado sábado hasta el día de hoy, hemos formado un pequeño convoy latino (suena a recopilatorio de éxitos bailables para el verano) de dos camiones con Angel R. Ramazotti, mexicano de Nuevo Laredo, que curiosamente hizo conmigo el curso de orientación de la empresa, por lo que ya nos conocíamos previamente.
Como buen mexicano, tiene un sentido del humor genial, y nos ha explicado con detalle cómo es la vida por allá abajo, lejos de la nieve, de las temperaturas bajo cero que disfrutamos en el “White North”, y de los tópicos de inseguridad y desconfianza que muchos tratan de colgarle a su país.
Angel tiene años de experiencia conduciendo por todo Mexico y los EEUU, así que a sus 33 años tiene ya unas cuantas aventuras que contar.
En Nuevo Laredo tiene a su mujer y tres hijos, a los que espera traerse cuando las cosas estén más asentadas, y mientras tanto, las maravillas que ofrece la tecnología le mantienen en contacto con la familia.
Si junto lo que nos ha comentado con la impresión que tuve cuando anduve cerca de Tijuana, creo que Mexico tiene muchas cosas por las que merece la pena plantearse, cuando menos, una visita en profundidad.
Compartimos chistes de “gallegos”, comida, noches en ruta… así que ha sido un auténtico placer, Angel.
Lavado de trailers para dejarlos listos para la siguiente carga
Ruleta de la Fortuna para escoger el tipo de lavado
Wisconsin, "Granja lechera" de los EEUU, multitud de quesos, derivados lácteos, y alguna vaca loca como ésta...
El Bello y su Bestia
Intento lamentable de bailar el "Kazachok"
Curiosidad gatuna por el mundo exterior
Amanece en Fargo, Dakota del Norte
Invierno en esencia pura
Por lo demás, descansando un día y medio en Calgary, y salimos mañana para Butler, Wisconsin. Los viajes al cálido sur tendrán que esperar…
¡Un abrazo a tod@s, y muchas gracias por los comentarios!
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sábado, 17 de enero de 2009
Freightliner Columbia Sleeper Cab
Para satisfacer la curiosidad de algunos asíduos lectores de éste blog, hay van algunas fotos de nuestra "casa".
Detrás del asiento, nevera, microondas, y algunos aparatillos eléctricos de cocina por ahí escondidos.
Sistema de comunicación con la empresa vía satélite.
Como podéis ver, lo que no tenemos es... ¡plancha!
Consola de control del sistema auxiliar de potencia. Temperatura interior, A/C...
Litera superior, básicamente para "guardar" las maletas.
Sally ligeramente aburrida con tanta foto.
Vamos a ver si trabajamos un poco, la próxima semana más y mejor.
¡A cuidarse!
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viernes, 16 de enero de 2009
Winter fuel
¡Hola a tod@s!
Éste semana he podido comprobar dos cosas de primera mano. Una, que se siente(y padece) cuando pasas la barrera de los -50º (-51ºC para ser exactos), y dos, que le sucede a un vehículo a motor cuando lo pones a esa temperatura con un combustible de calidad dudosa... os podéis hacer a la idea. Pero vamos a empezar por el principio.
Salimos el sábado pasado con destino Le Mars, en Iowa. Cruzamos la frontera con los EEUU sin perder demasiado tiempo, y disfrutamos de un primer día de viaje tranquilo, cruzando Montana, Wyoming y Dakota del Sur sin complicaciones, con un tiempo fantástico (mala señal), y llegamos a Iowa el domingo por la noche, donde nos empezaron a advertir que a partir de la mañana del lunes se esperaba una tormenta contundente, de las que no habían caído hace bastante.
Ingenuos nosotros, barajamos la posibilidad de que después de descargar nos podían dar un viaje hacia el sur... nada más lejos. Little Chute en Wisconsin, cerca de Green Bay, que no es precisamente famosa por sus fresas y frutas tropicales.
Durante la noche ya había nevado algo, pero nada importante. Eso sí el resto del día cruzando Minnesota, con vientos de 90-100 km/h., y nevando con ganas, hicieron el día realmente largo. Varios latigazos del trailer debido a las condiciones del asfalto, y algunos camiones en la cuneta no hacían más llevadera la situación.
Llegamos a Little Chute la noche del lunes, y a dormir después de un día agotador.
Lo mejor estaba por llegar cual lobo camuflado en piel de cordero. Mañana soleada, camino de Calgary cargado con unos miles de pizzas, con la única pega de que las temperaturas comenzaban a caer en picado. Nada raro por otra parte estando en las fechas qu estamos y cruzando el norte de los EEUU. Temperaturas rondando los -30ºC, hasta ahí normal.
Y aquí viene la historia de la semana.
Cargamos combustible en Minot, Dakota del norte, que se supone, como todas las estaciones de servicio del norte de los EEUU y Canadá, que debían ofrecer "winter fuel" en todos los surtidores, que no es más que diesel mezclado con un aditivo que evita que éste se congele a temperaturas muy bajas.
La chica de la gasolinera me juró y perjuró que sí, que sin problemas, que no ponía nada, pero que era "como" "winter fuel". Craso error.
Llegando a la frontera con Canadá en North Portal, Saskatchewan, los termómetros registraban ya temperaturas cerca de -43ºC. Me extrañó ver tantos camiones parados en el arcén, y algunos circulando a menos de 40 km/h., hasta que el nuestro empecó a perder potencia.
El motor empezó a funcionar a medio régimen, y me encontré circulando por la autopista a 20 km/h.
Después de unos minutos, pareció recuperar y conseguimos llegar a la frontera. Salir de la cabina para tramitar la documentación necesaria fue digamos que "doloroso".
122 kms. fueron los que conseguimos hacer hasta Weyburn, donde salimos de la autopista debido otra vez a la falta de potencia, para estacionar cerca de una zona de servicio, donde curiosamente venían a morir como ballenas otros tantos camiones con el mismo problema.
Esa noche, la del miércoles, se registraron marcas históricas de -46ºC, con sensación térmica de -51ºC.
Pues bien, todo el problema vino porque nuestro combustible se convirtió en una especie de "mermelada", que obviamente no era capaz de generar suficiente combustión en el motor.
Al menos, funcionó lo suficiente para mantenernos calientes para dormir, y dejó de funcionar por la mañana.
Andar unos metros para llamar por teléfono, comprobar el estado del motor, etc... me costó, incluso llevando guantes, forro polar, gorro con orejeras... pequeñas quemaduras(sin importancia, pero que da una idea de la situación) en el dedo meñique de ambas manos y en una oreja debido a la temperaturas. Sí amigos, el frío quema.
Por lo visto, todos los camiones que había llenado combustible en la susodicha estación en Minot sufrieron el mismo problema.
El estupendo trabajo de los mecánicos de la asistencia en carretera solucionó el problema cambiando el filtro y añadiendo una cantidad importante de aditivos en los tanques. En un par de horas estábamos listos.
Así que ayer pasamos el día viajando hacia el oeste sin mayores complicaciones, para llegar a Alberta y descubrir que aquí (hoy) es primavera. Unos increíbles 7ºC nos han despertado ésta mañana, ¡menudo cambio en 24h.!
Hoy descansamos para salir mañana, posiblemente con destino Waterloo, en Iowa.
Por lo demás, poco más que contar, que Sally, nuestra gata, se ha acostumbrado la mar de bien a viajar en el camión, así que ahora ya somos tres.
¡Un abrazo enorme a tod@s, y a mis colegas blogueros, aunque no os escriba demasiado, que sepáis que os leo, pero voy un poco justito de tiempo!
Éste semana he podido comprobar dos cosas de primera mano. Una, que se siente(y padece) cuando pasas la barrera de los -50º (-51ºC para ser exactos), y dos, que le sucede a un vehículo a motor cuando lo pones a esa temperatura con un combustible de calidad dudosa... os podéis hacer a la idea. Pero vamos a empezar por el principio.
Salimos el sábado pasado con destino Le Mars, en Iowa. Cruzamos la frontera con los EEUU sin perder demasiado tiempo, y disfrutamos de un primer día de viaje tranquilo, cruzando Montana, Wyoming y Dakota del Sur sin complicaciones, con un tiempo fantástico (mala señal), y llegamos a Iowa el domingo por la noche, donde nos empezaron a advertir que a partir de la mañana del lunes se esperaba una tormenta contundente, de las que no habían caído hace bastante.
Lugar de la batalla donde murió el General Custer (con las botas puestas)
Reserva india Cheyenne en Montana
Ingenuos nosotros, barajamos la posibilidad de que después de descargar nos podían dar un viaje hacia el sur... nada más lejos. Little Chute en Wisconsin, cerca de Green Bay, que no es precisamente famosa por sus fresas y frutas tropicales.
¡Qué cachondos!
Durante la noche ya había nevado algo, pero nada importante. Eso sí el resto del día cruzando Minnesota, con vientos de 90-100 km/h., y nevando con ganas, hicieron el día realmente largo. Varios latigazos del trailer debido a las condiciones del asfalto, y algunos camiones en la cuneta no hacían más llevadera la situación.
Llegamos a Little Chute la noche del lunes, y a dormir después de un día agotador.
Capilla para pecadores ambulantes
Lo mejor estaba por llegar cual lobo camuflado en piel de cordero. Mañana soleada, camino de Calgary cargado con unos miles de pizzas, con la única pega de que las temperaturas comenzaban a caer en picado. Nada raro por otra parte estando en las fechas qu estamos y cruzando el norte de los EEUU. Temperaturas rondando los -30ºC, hasta ahí normal.
Y aquí viene la historia de la semana.
Con el hielo que se acumula dentro de las ventanas, te puedes hacer un granizado.
Cargamos combustible en Minot, Dakota del norte, que se supone, como todas las estaciones de servicio del norte de los EEUU y Canadá, que debían ofrecer "winter fuel" en todos los surtidores, que no es más que diesel mezclado con un aditivo que evita que éste se congele a temperaturas muy bajas.
La chica de la gasolinera me juró y perjuró que sí, que sin problemas, que no ponía nada, pero que era "como" "winter fuel". Craso error.
Llegando a la frontera con Canadá en North Portal, Saskatchewan, los termómetros registraban ya temperaturas cerca de -43ºC. Me extrañó ver tantos camiones parados en el arcén, y algunos circulando a menos de 40 km/h., hasta que el nuestro empecó a perder potencia.
El motor empezó a funcionar a medio régimen, y me encontré circulando por la autopista a 20 km/h.
Después de unos minutos, pareció recuperar y conseguimos llegar a la frontera. Salir de la cabina para tramitar la documentación necesaria fue digamos que "doloroso".
122 kms. fueron los que conseguimos hacer hasta Weyburn, donde salimos de la autopista debido otra vez a la falta de potencia, para estacionar cerca de una zona de servicio, donde curiosamente venían a morir como ballenas otros tantos camiones con el mismo problema.
Esa noche, la del miércoles, se registraron marcas históricas de -46ºC, con sensación térmica de -51ºC.
Pues bien, todo el problema vino porque nuestro combustible se convirtió en una especie de "mermelada", que obviamente no era capaz de generar suficiente combustión en el motor.
Al menos, funcionó lo suficiente para mantenernos calientes para dormir, y dejó de funcionar por la mañana.
Andar unos metros para llamar por teléfono, comprobar el estado del motor, etc... me costó, incluso llevando guantes, forro polar, gorro con orejeras... pequeñas quemaduras(sin importancia, pero que da una idea de la situación) en el dedo meñique de ambas manos y en una oreja debido a la temperaturas. Sí amigos, el frío quema.
Por lo visto, todos los camiones que había llenado combustible en la susodicha estación en Minot sufrieron el mismo problema.
El estupendo trabajo de los mecánicos de la asistencia en carretera solucionó el problema cambiando el filtro y añadiendo una cantidad importante de aditivos en los tanques. En un par de horas estábamos listos.
Así que ayer pasamos el día viajando hacia el oeste sin mayores complicaciones, para llegar a Alberta y descubrir que aquí (hoy) es primavera. Unos increíbles 7ºC nos han despertado ésta mañana, ¡menudo cambio en 24h.!
Hoy descansamos para salir mañana, posiblemente con destino Waterloo, en Iowa.
Por lo demás, poco más que contar, que Sally, nuestra gata, se ha acostumbrado la mar de bien a viajar en el camión, así que ahora ya somos tres.
¡Un abrazo enorme a tod@s, y a mis colegas blogueros, aunque no os escriba demasiado, que sepáis que os leo, pero voy un poco justito de tiempo!
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