Después de tener que posponerlo unas cuantas veces por distintos motivos, por fín mi padre ha tenido la oportunidad de ver con sus propios ojos parte del continente americano.
En los últimos doce días hemos recorrido más de 7.500 km., atravesando ocho estados de los EEUU, y cuatro provincias de Canadá, lo que le ha valido sin duda para hacerse una idea bastante amplia de como es la vida por aquí.
Marchamos hasta Denver, cruzamos todo el Medio-Oeste para volver a entrar en Canadá por Ontario, y nos hemos tirado los últimos días a través de la autopista Transcanadiense, que para mí es algo aburrida porque me conozco cada curva de los 3.600 km. que unen Toronto con Calgary, pero para mi padre ha supuesto un recuerdo imborrable.
"Disfrutando" de -25ºC de sensación térmica en Longlac, Ontario.
"¿Te lo pongo para llevar o es para tomar ahora?"
Éste ha sido uno de esos viajes que te planteas muchas veces hacer, pero que parece no llegar nunca a materializarse, ideal para compartir algo de tiempo de calidad, para retomar conversaciones y ponerse al día de temas que se pasan por alto con la frialdad del teléfono o de las conexiones en línea. Muchos años han pasado ya desde aquellos viajes que nos pegábamos por interminables carreterillas comarcales yendo de acampada al Embalse del Ebro, etc... la diferencia ha sido que ésta vez el que conducía era yo, y en vez de un Seat 124... ha sido un Cascadia de 18 ruedas el que ha hecho de hogar y vehículo. ¡Cómo pasa el tiempo!.
Area de descanso próxima a Thunder Bay, ON, que cuenta con el monumento de tributo y la estatua de Terry Fox. Éste fue el lugar hasta donde llegó en su famosa "Marathon of Hope". Impresionante historia la de éste hombre.
Vistas desde el área de descanso del Lago Superior.
Mañana él sale de vuelta para Tarragona, y a mí me queda una semana contada para hacer la misma ruta, así que lo mismo la próxima entrada cae ya desde el Viejo Continente. ¡Un abrazo enorme para todos y buena semana!