sábado, 30 de abril de 2011

Polaroid test and southbound (the book)

Hace unos meses, cuando estaba aquí en Inglaterra y nos pusimos a organizar el trastero del apartamento donde vivíamos, apareció entre un montón de cacharros olvidados, una Polaroid 600 que llevaba acumulando polvo alrededor de 10 años.

Coincidió con mi creciente interés por la fotografía analógica, me pilló estudiando a Adams, Shore, Eggleston... y con la idea de hacerme con una cámara de medio formato.
La limpié y guardé asumiendo, desconocedor de la realidad del asunto, que podría encontrar película instantánea Polaroid sin problemas. Craso error.

Tras una primera búsqueda fallida y después de hallar los remanentes de película Polaroid a precios exorbitantes, acabé cayendo en The Impossible Project.

Con la desaparición de la película Polaroid en 2004, debido a los problemas económicos que la empresa arrastraba, se calcula que unos 300 millones de cámaras repartidos por todo el planeta se quedaban sin suministro.

Así que en 2008, Florian Kaps, André Bosman y Marwan Saba, fundaron The Impossible Project, y decidieron comprar la factoría de producción de Polaroid en Enschede, Holanda, con la loca idea de volver a poner en el mercado, película instantánea para cámaras Polaroid con similares características a la que hiciera furor allá por los años 70.

Hasta el momento, y teniendo en cuenta que empezaron de cero, con varios ex-trabajadores de Polaroid en plantilla, maquinaria oxidada y multitud de clasificadores repletos de fórmulas químicas, han conseguido producir a precios "asequibles" película en blanco y negro para la serie 600 (que se vuelve ligeramente sepia si la temperatura exterior es por encima de los 22ºC mientras se revela),y en color (desaturado eso sí), para las SX 70.

Bueno, ésto era así hasta hace unas semanas. El próximo 5 de mayo, en menos de una semana, día histórico para la fotografía instantánea, Impossible Project pone en la calle después de más de 7 años, película en color para la serie 600.

Yo me hice con un paquete hace una semana en blanco y negro, y tengo que reconocer que cambiar de una SLR a una cámara sin ningún tipo de opciones disponibles, con formato rectangular es toda una aventura.
Como siempre, lo de menos es el resultado en sí, es la batalla neuronal que supone ponerse detrás de una cámara de plástico, componer, rezar, disparar, y tener que calentar las manos para subir la temperatura de la película en cuanto sale para conseguir una exposición en condiciones, si es que hay suerte. Ver como la imagen aparece poco a poco sobre el papel, es algo que no tiene precio.

Sobra decir que coger la Nikon después, es como montarse en un Ferrari descapotable después de hacer Barcelona-Sevilla en un Seat 600, que es muy vintage, muy cool, pero cómodo, lo que se dice cómodo...

Pues eso, que me lo estoy pasando genial tirando instantáneas (con tiento, que salen a unos 3 euros cada una), y que me alegro de ayudar con ello a que la gente de Impossible Project sigan con el tema adelante.

...

Cambiando de tercio, como os comentaba hace un par de entradas, estoy terminando la laboriosa tarea de montar un libro de fotografías recopilatorio de los últimos tres años, que se llamará "southbound" y estará listo definitivamente en cuestión de unos días.

Estoy muy contento con el resultado general, y con la impresión de prueba realizada por blurb hace unos días. Os dejo con la portada:


3 comentarios:

Lunatrix dijo...

Primero, claro, enhorabuena!! Ya nos dirás dónde conseguirlo, no?

Hace tiempo vi que vendían carretes de polaroid en Urban outfitters. Random. Pero tenían montañas y montañas de ellos, en caso de que algún día te encuentres en un aprieto.

Un abrazo!

Borja dijo...

No sé cómo lo haces, pero te metes en unos berenjenales impresionantes. Ojalá yo tuviera ese espíritu inquieto que tienes tú, haría que me tomara las cosas de otro modo...

Javi dijo...

Os lo haré saber tan pronto como esté listo, no lo dudes.

Ahora en Urban tienen paquetes de Impossible Project... pero está bien saberlo, ¡gracias!.

Un abrazo.

¡Gracias, Borja!, ya sabes, es cuestión de ponerse...