Neverending winter

Comienzos de Marzo,y sigue nevando,día sí,día también,con descansos por unas horas a temperaturas realmente gélidas.No es que no me guste el invierno,pero es ahora mismo el tema que está en boca de todo el mundo en la calle,lo estupendo que sería salir de casa aunque fuese con unos 0 grados(que no es mucho pedir).

Ésta semana ha sido bastante curiosa,lo que normalmente debería haber sido uno de los 2 ó 3 viajes que hacemos a la semana,se convirtió en casi uno sólo(bien largo,eso sí),gracias a la estrechez de mente de uno de los agentes de aduanas del gobierno estadounidense.

El lunes cargamos en una empresa del sector del metal en Whitby(Ontario),una mercancía con destino a Lewiston(Maine).Por aquello de ahorrar unos cuantos kilómetros la empresa me recomendó que cruzase la frontera por Massena(NY),en vez de por Buffalo(NY),que es por donde lo hacemos habitualmente si vamos hacia el este.
En un principio,no tenía porqué haber problema,pero si al hecho de que dicho borde fronterizo,no tiene ni de lejos la mitad de tráfico que sus compañeros de Buffalo,le añades un oficial de unos 80 años con ganas de ponerse meticuloso,aparecen obstáculos donde no los hay.
Me hicieron detenerme para una inspección rutinaria,que en mi caso,siendo barras de metal,aparentaba un mero trámite,pues bien,el señor empezó a moverse rebuscando como si se le hubiese caído la dentadura en algún sitio inaccesible de mi carga.
Cuando me empezaba a preocupar por semejantes aspavientos,me suelta:"¿Dónde narices está el sello de certificado de origen?",entonces recordé que siempre que transportamos metal,llevan al principio unos papeles amarillos donde vienen toda clase de especificaciones y donde se puede leer: "Made in Canada",así que le dije: "Mmmm...creo que hay una tarjeta al principio con algo de información al respecto".Le echó un vistazo de medio segundo y me replicó: "Eso no vale para nada,el metal tiene que venir con un sello impreso en la superficie certificando el origen,sino,lo han podido traer por barco de China,¡y estar intentando colarlo ahora en los EEUU!".
Total,después de todo tipo de deliveraciones,llamadas a la empresa donde había cargado,revisar reglamentación en internet,bla,bla,bla...me mandaron de vuelta para Canadá,para que le pusieran los dichosos sellos al metal,ó no entrábamos en los EEUU.Mi pregunta es la siguiente,"¿¿si el metal había llegado de China(era la mayor de las preocupaciones),me mandan para atrás en la frontera...,voy a la empresa otra vez...,le plantan un sello... ¿y ya puedo entrar tranquilamente con el mismo metal?","pues sí,"así es como funciona",me dijo el amigo.

Al final,fué más sencillo que todo eso.Volví para Canadá,recogí un fax con la documentación para aduanas(la misma que llevaba antes),me casqué 600 kilómetros más,y entré en los EEUU vía Buffalo(como pensaba hacer a priori),sin ningún tipo de problema,¡¡que cosas!!.

Vuelta alrededor del lago Ontario,para conseguir entrar en los EEUU(recorrido de la semana)

Prácticamente pasamos toda la semana bajo una copiosa nevada,a excepción de Massachussets,donde empezaban a disfrutar del comienzo de la primavera.

Después de "disfrutar" del tráfico cercano a Boston,nos dirigimos de vuelta a Ontario,para descargar material que previamente recogimos en Lisbon Falls(Maine),en una empresa situada junto a un pequeño río,digno de una postal navideña.
Las siguientas dos fotos son del lugar donde tenían el aparcamiento.


Algunas fotos más de la semana:

"Esperando a Mike..."

¿Ya es hora de levantarse?

Desde mi "oficina",tengo unas vistas estupendas,jeje..

Aparte de eso,pinchamos una rueda cuando estábamos a 2 kilómetros del sitio donde entregabamos(cosas que pasan),y tras un cambio rápido y eficiente,descargamos y recogimos material para entregar el lunes.

Dos horas para recorrer 50 kms.,¡menuda tarde de viernes volviendo a casa!

Tenemos el trailer cargado para salir mañana con destino Abington,en Massachussets,y ésta vez con un camión de alquiler,ya que la semana pasada estuvimos con uno de un compañero que anda de vacaciones,y están preparando el que será el mío definitivo.

Próximo fin de semana,más y mejor,que decía aquel.