Dios los cría...

Lo prometido es deuda.



Podría soltar todos los tópicos sobre que el mundo es un pañuelo, blablabla... y suena relativamente sencillo estando ambos en Canadá, pero siendo éste el segundo país más grande del mundo, y teniendo en cuenta que yo paso unos veinte días al mes en los EEUU, el hecho de que coincidiésemos la semana pasada Roger Escuain y yo en Calgary, es una de esas casualidades que no se dan muy a menudo.

Nacido en Sabadell, de padre catalán y madre canadiense, Roger se ha pasado la vida detrás del volante, desde los tiempos de "furgonetero expréss", cruzando Europa en cuestión de horas, hasta el "Transcanadian Lover" que es ahora.



Casualmente compartimos empresa en Sabadell en distinta época hace unos años, y nos conocemos desde hace ya bastante tiempo.
Nuestro último encuentro fué el año pasado por éstas fechas, cuando yo vivía en Ontario, y tuvo el detalle de acercarse hasta allí desde Ottawa.
Total, que el pasado martes, estando en un truck stop en Calgary, álguien golpea la puerta de mi camión, y cuál es mi sorpresa cuando veo allí al bueno de Roger.
Fue un placer compartir la tarde, lástima que no hubiese más tiempo, pero bueno, ya prepararemos algo, ¿no?.

Actualmente se pasa las semanas cruzando Canadá este-oeste con su flamante Peterbilt azul (¡qué maravilla, hijo mío!), y aunque tiene su blog algo abandonadillo, su canal de youtube está que echa humo, a base de vídeos de sus aventuras sobre ruedas.



Gran tipo y buen amigo, es otro de esos nómadas incansables al que no le faltarán historias que contar a los nietos.



PS. Roger, ya sabes que tenemos que ir a Yukon... jejeje